lunes, 14 de abril de 2008

Perdido en la weblogción


Lo he estado pensando por espacio de unas seis semanas: perderme expandiéndome en la weblogción, que, en mi caso, mejor podría ser la "wuevalogación". Trabajo con palabras que rara vez me sacan a flote. Lo cual no debe desconcertar, pues soy ciudadano de una de las tantas glotocracias atentas a los deseos de sus metrópolis, ansiosas de adivinar los deseos del saqueador para entregar los bienes que supuestamente tienen en custodia, debidamente inventariados. Yo no sé si soy un "bien"; lo cierto es que, como si fuera copia "legal" de WXP, tengo un número único de identificación. Quizá sea un "mal" por inventar e inventariar. Por tanto, pudiera ser, al igual que los combustibles fósiles, materia de privatización y en consecuencia objeto de explotación--¿es lo mismo que de explosión?. Si me lees y no sabes de qué estoy hablando tal vez sea porque no debo decir lo que realmente quiero y no sé cómo insinuarlo con la necesaria sutileza. Lo cierto es que si lo expreso abiertamente las palabras palidecerán, enmudecerán y empezarán a hacerse cosquillas unas a otras y a desvestirse de sus significados para refrescarse. Soy, como dicen, un superviviente, cuando se quiere aludir a la capacidad de aguantar pisotones en el baile de los náufragos sin que se le apague a uno la sonrisa. Pero últimamente río poco: sólo a la hora de rasurarme y ver a ocho columnas en lo que la erosión y la tala inmoderada me han convertido. Pero eso es apenas mi piel. Abro los ojos cuanto puedo en un intento por penetrar a mi interior, pero, una de dos, o mi piel de superviviente es demasiado gruesa y no deja pasar la luz o de verdad nada veo porque nada queda. ¿Quedamos en eso?
Lucio Loftus Cabrera (tío)

3 comentarios:

Vil Clinton dijo...

Bienvenido Welcome

Amiguiz dijo...

Abrazo de bienvenida y porra: ¡eh! ¡eh! ¡eh!

Queridita dijo...

Bienvenidowelcome