Una vez fui adolescente. Recuerdo. Sabía menos que Sócrates pero aun así me intuía poeta. Este fue uno de mis primeros escritos, ¿o de los últimos? Pues nunca he dejado de adolescer:
Come posso stare una vita senza te
es mejor amor mío apostar nuestro resto al desamor
el desamor hace girar el mundo
el desamor todo lo vence
no nos espera amor mío
más eternidad que la del desamor
no hay quejas nadie se queja
de que falte en el mundo desamor
qué indestructibles amor mío
los lazos del desamor
hay amor mío como el nuestro
desamores que unen para siempre
desamores que trascienden la vida
y son amor mío desamores hoy
tanto como lo fueron ayer
y son y serán y no hay remedio
amor mío para el dolor
del desamor que siempre me tendrás
Bien, creo que era 1959 o 60. Algo así. Recuerdo. Épocas en que se escribe lo que se pretende sea espejo de las hambres cotidianas. Recuerdo que hoy no escribo mejor. Sólo recuerdo que no recuerdo nada. Por eso sigo escribiendo hacia atrás. Carpe diem:
Lucio Loftus Cabrera (tío)